En 1930, tan solo dos años después de fundar el Opus Dei, cuyo mensaje se centra en la responsabilidad de los cristianos en la transformación del mundo a través del trabajo, San Josemaría Escrivá “comprendió que las mujeres tenían su lugar en esa empresa sobrenatural, y que era igualmente cometido suyo hacerse portador del mensaje”, como explica Gloria Toranzo[1], doctora en Filología Clásica, y profesora en Ciencias de la Comunicación, Filosofía y Humanidades en varias universidades españolas.
Por esa época en la sociedad española seguía estando mal visto que la mujer trabajara y aunque comenzaba a hacerlo era ocupando actividades consideradas tradicionalmente como femeninas –matrona, practicante, enfermera, maestra–, gracias al acceso a los estudios correspondientes. Poco a poco la situación mejoró. Algunos puestos de trabajo en los ministerios empezaron a ser ocupados por mujeres, se triplicaron las alumnas en centros de enseñanza estatales, la mujer se incorporó a la Universidad, sobre todo en carreras de Farmacia y Biblioteconomía y a las escuelas técnicas superiores empezaron a llegar matriculas femeninas. “Se puede afirmar que, en torno a 1930, la situación social de la mujer española es distinta a la de treinta años antes, aunque el cambio es sólo incipiente y destinado a crecer”, explica Toranzo.
Desde el principio, las mujeres del Opus Dei oyeron al fundador hablar de que era éste “un instrumento para que, en medio del mundo, mucha gente encontrase un camino de santidad (…) Nos explicó que se trabajaría en toda clase de actividades: talleres de moda, ministerios, Universidades, Institutos...”, recordaba Ramona Sánchez
Jutta Burggraf, doctora en Teología, profesora de la Universidad de Navarra y experta en ecumenismo y teología de la mujer consideraba: “Escrivá veía a la mujer en todos los caminos profesionales, en todas las encrucijadas del trabajo, y no sólo en las cuatro paredes de su propio hogar. Tuvo esta mirada acertada antes que la filósofa francesa Simone de Beauvoir publicara su monografía clave El otro sexo y antes que la escritora americana Betty Friedan se hiciera famosa con su éxito mundial La mística femenina”.
Hoy día, el 57% de los fieles del Opus Dei son mujeres. Proceden de 68 países, y de todos los estratos sociales y ambientes profesionales. Son mujeres comprometidas con su entorno y con el desarrollo y la promoción de la mujer en cualquier situación en que se encuentre.
“A las mujeres las llevaba a metas más altas que el mero 'oponerse' a un mundo hostil. Les transmitía la convicción de que pueden transformar ese mundo que es suyo, pueden ser creativas y poner en marcha los proyectos más inauditos. El mundo será lo que sean ellas”, continúa la profesora Burggraf. Así lo ven las promotoras de algunas iniciativas apostólicas del Opus Dei.
Terral es un centro de actividades ubicado en El Raval (Barcelona), uno de los barrios de mayor densidad de población de Barcelona con un alto porcentaje de población inmigrante, viviendas insalubres, desempleo y abandono escolar, que tiene como objetivos la promoción de la mujer, su incorporación cultural, social y laboral en la sociedad que la acoge y el impulso y la formación del voluntariado.
Terral. Enseñar. Educar. Una a una. #Integración#Inmigración#Empowermenthttps://t.co/gENCfU8bMSpic.twitter.com/s5G03y5Pgl
— Opus Dei (España) (@opusdei_es) 2 de febrero de 2017
Terral trabaja con mujeres del barrio, muchas de ellas inmigrantes, y ofrece programas para niñas a partir de ocho años, con especial atención al seguimiento personalizado del estudio, y adultas. Dayne es una chica filipina que participa en un proyecto de emprendimiento con Nadia, voluntaria del proyecto. Empezó a ir cuando era pequeña para aprender el idioma. Asegura que en Terral aprendes a formarte como persona y quiere que muchas otras chicas tengan la misma oportunidad que ella.
O el colegio bilingüe Orvalle, en Madrid (España), comprometido desde 1978 en la formación de mujeres con capacidad crítica, promoviendo su autonomía, procurando que se conviertan en transformadoras de la sociedad: un centro de referencia en el sector, tanto en su vertiente académica y docente –con enseñanza de cuatro idiomas, novedosos métodos basados en la interdisciplinariedad y la integración de las inteligencias múltiples, uso de herramientas digitales, estancias e intercambios en el extranjero, etc.–, como en la de la formación humana personal. Cuenta con un 100% de aprobadas en las pruebas de acceso a la Universidad.
Desde ese mismo año, Altaviana, centro de formación profesional de Valencia (España), trabaja en la capacitación profesional de alumnas de 34 nacionalidades. Cuentan con 200 empresas colaboradoras, y proporciona a sus estudiantes una elevada participación en programas europeos y prácticas. El 65% del alumnado accede al mercado laboral y un 25% a estudios superiores.
La alumna d @Altaviana Irene Pons ha sido seleccionada como finalista en #LeCordonBleu. vota a Irene en #premio promesas de la alta #cocinapic.twitter.com/rzZOJhr6cj
— Escuela Altaviana (@Altaviana) 9 de febrero de 2017
Cuchita Lluch, miembro de la Real Academia de Gastronomía y madrina del centro, destaca el esfuerzo de Altaviana por educar a las mujeres. “La educación de las mujeres es lo único que nos da la libertad, nos forma en valores personales: la lucha, la independencia, la cultura y la formación, que es la salsa de la vida”.
En el ámbito universitario, el Colegio Mayor Zurbarán nació en 1956 con una misión de servicio a la juventud universitaria. Busca promover el desarrollo personal aportando las herramientas necesarias para que las mujeres alcancen –más allá de los conocimientos adquiridos en las aulas– la cultura, la excelencia profesional y el sentido de ciudadanía necesarios para afrontar con valentía y creatividad los retos que presenta la sociedad actual.
Atendiendo a los datos del paro juvenil y de las competencias que desarrollan las personas con éxito laboral, en su sede se desarrolla un programa de talento para ofrecer a las alumnas aquellas herramientas, habilidades y competencias que la universidad no ofrece, según explica Salustiano Méndez, máster en Recursos Humanos de la Universidad Autónoma de Madrid.
Esto es tan solo una pequeña muestra del amplio panorama de iniciativas del Opus Dei que se enfrentan cada día a los retos de la mujer y la sociedad, y permiten a miles de mujeres acceder en igualdad de oportunidades a la formación y el mercado laboral, disminuir la brecha salarial, favorecer la conciliación familia y laboral y permitir un acceso a puestos de mayor responsabilidad en todos los ámbitos profesionales. Feliz día de la Mujer.
[1] Gloria Toranzo, “Los comienzos del apostolado del Opus Dei entre mujeres (1930-1939)“ (PDF)